El juguetón y caprichoso conejito puede encontrar diversión sin fin incluso en las cosas más simples. Y hoy, es un enorme durazno lo que ha capturado toda su atención. Con pequeñas patitas ligeramente estiradas, Molang abraza la jugosa fruta con fuerza. El durazno es casi más grande que ellos, pero ¿es posible que eso les moleste? Más tarde, recostado sobre su espalda, este peculiar conejito sostiene un durazno sobre su barriga, jugando y haciéndolo rodar con toda la alegría que tiene. Los suaves tonos rosas combinan perfectamente con el pelaje blanco y esponjoso de Molang, haciendo que este cursor fanart de Molang Jugando con un Durazno no solo sea ridículo sino también muy encantador.